Saturday, October 21, 2006

Al despertar...

Al fin las cosas van tomando forma en mi vida... o eso intento. Me doy cuenta al leer algo que escribí hace algunos años y que ahora les comparto. Afortunadamente ya no he tenido ese sueño, porque duele... pero aún lo recuerdo para vivirlo así algún día.

Al despertar...

Soñar me hace daño al despertar.

Te tengo, te abrazo, te recorro, te conozco. Me comprendes, te siento, juntos llegamos al fin, al principio. Me llevas de la mano a descubrir cada parte de tu cuerpo, sin sufrimientos ni vergüenzas.

Te encuentro y sin buscarte, la vida es sólo un complemento para nosotros. Es tanto el elíxir que tu cuerpo me estorba. Sólo quiero tu esencia para hacerla mía, al igual que deseo que la mía te pertenezca.

Al fin, juntos en alma, sin palabras. Silencio.

Telepatía de pensamientos intensos y de lunares que recorro con mis manos para formar constelaciones... las nuestras, ahí donde viviremos.

Tiemblo. Es tan grande mi felicidad que despierto. Abro los ojos para recordar tu olor y vivirte dentro de mí. Renazco en tu ser para buscarte tiernamente.

Y así, mi alma adolorida recuerda que tan sólo fuiste una ilusión creada y mantiene la esperanza de que algún día regresarás a mí, a nosotros.

Por eso no quiero soñar.

Porque el daño viene al despertar.