Wednesday, February 15, 2006

Y... hablando de la noche y su silencio

Cuando llega la noche, el silencio acaba con mis actos y da pie a mis sueños. Muchas veces realiza mis ilusiones.

Hablar de la noche es como hablar del universo, en donde los astros existen pero no se palpan y donde el espacio se vuelve infinito hasta donde uno quiera.

La noche y yo, de la mano... admiramos la luna y las estrellas; aquellas que muchas veces incitan a la muerte, a lo inesperado.

Sigo soñando, idealizo un mundo perfecto que tal vez sólo existe en el más allá. Su color es especial, oscuro... una oscuridad que aclara mis ideas cada vez más.

Ahora enciendo una vela en mi mente y doy paso a la esperanza, tal vez dure o tal vez la luz se apague.

Mil ideas me corrompen, me sacuden, me utilizan. Muchas me iluminan y me hacen crecer pero otras ni siquiera trascienden en mí.

Una noche sin sonidos, sin quejas... simplemente... noche...

Al cabo de 5 horas aparece un ser extraño, ahora lo miro porque es tenue, pero sé que dentro de poco, no podré alcanzarlo. Y el silencio desaparece con un sonido que molesta, que me despierta para seguir esa detestable rutina...